lunes, 15 de febrero de 2010

+ Vale prevenir que pagar





Todos consideramos que es un acto de sentido común realizar una revisión anual del coche. Comúnmente es aceptado como una buena estrategia para la seguridad de nuestras familias y casi todos estamos de acuerdo en que acaba evitando inesperadas y caras vistas al taller. Entonces, ¿cómo es que no aplicamos este mismo criterio a los sistemas de nuestras empresas?

Nuestro “palo” son las TI, pero lo que vamos a contar es aplicable a casi todos los ámbitos de la empresa. Nadie nos discutirá que el mantenimiento es una partida del presupuesto inevitable para cualquier empresa. Aceptado esto, el “quid de la cuestión” pasará a ser “cómo visualizar el beneficio aportado por la parte preventiva de este mantenimiento”. Creemos que es un tema importante en momentos en que la economía “no es muy boyante” y se tiende a recortar gastos en aquello que parece prescindible. Una de las partidas susceptible de sufrir el tijeretazo es el Mantenimiento Preventivo.

El uso provoca degradación, en el entorno industrial se tiene muy en cuenta esta cuestión y por ello se le da mucha importancia al mantenimiento preventivo. Con las tecnologías de la Información ocurre lo mismo, aunque sea menos visible o nos cueste más de aceptar.

La presión que sufren las Infraestructuras de TI y el software de base es tremenda:

  • Uso intensivo.
  • Ataques o intentos de ataque constantes.
  • Aparición de bugs y publicación de los parches que los reparan.
  • Evolución vertiginosa de las versiones.
  • Cambios constantes en el uso.
  • Y finalmente la mala utilización que podemos hacer los
    usuarios.

Que nadie se equivoque, no pretendemos decir que esta presión no sea buena. Al contrario, demuestra que existe una evolución constante y que las infraestructuras cumplen su cometido, hacer funcionar a las empresas. Eso sí, al mismo tiempo se crea un entorno altamente exigente que aumenta el riesgo de la degradación del rendimiento o de interrupción imprevista del servicio. Ante esta situación, podemos actuar corrigiendo problemas “a medida”, a medida que “van pasando” o intentando evitar que ocurran saneando los sistemas de forma periódica.
A esto último le llamamos mantenimiento preventivo, y es altamente rentable en las infraestructuras centrales, sobretodo en Servidores.
Se trata de:

  • Aplicar parches y mejoras requeridas por los fabricantes.
  • Revisar el uso del almacenamiento en disco: espacio ocupado inadecuadamente, desfragmentación cuando es necesario.
  • Supervisar los registros de errores del sistema para detectar posibles anomalías.
  • Verificar la versión de aplicaciones de seguridad como Antivirus, antispyware y similares.
  • Realizar pruebas de restauración de backup para asegurar la integridad de los datos.
  • Revisión del uso de disco, CPU y memoria, en caso de que no exista un sistema de monitorización.
  • Verificar las funciones principales del sistema.
  • Revisión de la seguridad, usuarios, accesos y conexiones.
  •  . . .

Cada una de estas tareas tiene su propia frecuencia y se trata de realizarla con la periodicidad adecuada para que, con el mínimo esfuerzo, evite el máximo de fallos y mantenga el rendimiento en los niveles deseados. Lo que perseguimos es reducir el tiempo dedicado al mantenimiento y lo que conseguimos actuando prematuramente es ahorro y una reducción del riesgo (que acaba convirtiéndose en eficiencia y ahorro).
Sería un error considerar el Mantenimiento Preventivo como un seguro, ya que no está orientado a asumir los costes en caso de fallo, accidente o avería. Su objetivo es minimizar el riesgo y en consecuencia el número de incidentes que se producen. Visto así, podemos llegar a establecer una relación directa entre el coste y la prevención. La fórmula es muy sencilla:




La fórmula tiene en cuenta que lo preventivo está previsto y ello nos permite evitar al máximo las paradas en momentos productivos (horario laboral). Cuando no es evitable, al menos es planificable.
El resultado es:



Lo podemos expresar de una forma más impactante, el 85% de las paradas de servicio en TI se evitarían con un Mantenimiento preventivo adecuado.
Otro factor importante es quién realiza este mantenimiento. El nivel de conocimiento y experiencia lo certifica el fabricante de cada producto nombrando Partners autorizados con distintos niveles de cualificación. El mismo valor diferencial nos ofrecerá un Partner para realizar los proyectos de implantación como para ser el responsable del mantenimiento de los sistemas.
Las experiencias sufridas en nuestras carnes nos dicen que “más vale prevenir”, por ello Dinaptica ofrece diferentes fórmulas para externalizar el mantenimiento preventivo de los sistemas, persiguiendo siempre maximizar el rendimiento de la inversión realizada por el cliente:

Dinaptica: Servicios Gestionados / Outsourcing
Assist: Centro de Asistencia al Cliente




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